Culturas Innovadoras 2.0

Esta tarde he tenido la suerte de poder asistir a la presentación del libro "Culturas Innovadoras 2.0", del profesor Juan Carrión, director de Eurotalent y profesor de ESIC en el salón de actos de la Escuela de Ingenieros Industriales de la Universidad Politécnica de Madrid.

Me ha costado decidirme si ir o no ha sido un día de bastante trabajo, además la hora no era la más adecuada para desplazarse hasta el centro de Madrid, pero finalmente he asisitido junto con otros amigos.

Hemos quedado gratamente sorprendidos de la calidad de la mesa que ha hecho la presentación del mismo, entre otros, se encontraban Juan Carlos Cubeiro, Santiago Álvarez de Mon, Javier Fernández Aguado...

Una cosa nos ha quedado clara, hay que tener pasión por innovar y por buscar cosas que nos diferencien del resto, esta será la única forma de ser alguien diferente y de encontrar productos y servicios que nos diferencien del resto. Por desgracia esto no es algo que se de en la mayoría de las organizaciones y se tiende a coaccionar o incluso a relegar a un segundo plano a la gente que tiene ganas innovar, a la gente que tiene eso que podríamos denominar "talento".

Pero ojo, el talento y la innovación no surgen de la nada, se tienen que generar desde un buen caldo de cultivo que lo tiene que dar la organización, sino es imposible, se conocen casos de empresas que son un ejemplo en en buscar y recompensar el talento y la innovación de sus empleados como pueden ser Apple o Google. Ese caldo de cultivo viene dado por varios ingredientes, pero podemos destacar: la libertad, la reponsabilidad y la pasión, por lo que se hace. Sin estos aspectos es muy complicado que de innovación real en la organización.

A estos ingredientes que hemos citado anteriomente le debemos añadir el trabajo en equipo, el inconformismo, la necesidad de reeinventarse, por lo cual basta ya de organizaciones basadas en estructuras del pasado y miremos hacia el futuro con nuevos plateamientos sin perder de vista el presente.

A resaltar unas de las líneas que aparecen el el prólogo de Javier Fernández Aguado: "La cuestión está en que demasiados consideran que en el mundo (en la organización en la que trabajan o gobiernan) todo lo que tuvo éxito en el pasado lo seguirá alcanzando en el futuro. ¡No es así! Lo que ayer fue revolucionario, hoy ha quedado probablemente obsoleto y mañana será sencillamente mentira".

Para acabar una frase del escritor inglés Edward Morgan Foster: “Una persona con pasión es mejor que cuarenta simplemente interesadas”, busquemos a este tipo de personas para nuestra organizaciones, nos harán todo mucho más fácil.

En busca de la felicidad...

En busca de la felicidad es una película estadounidense del año 2006 basada en una historia real, dirigida por Gabriele Muccino y protagonizada por Will Smith quien fue nominado al Oscar a mejor actor por su interpretación de Chris Gardner, un empresario afroamericano que en los años 1980 tuvo que superar una enorme quiebra.

En busca de la felicidad es una película basada en una historia real, que habla de un hombre llamado Chris Gardner, que a pesar de ser pobre, tener dificultades económicas y problemas familiares como lo es la separación de su esposa, sigue luchando contra todas las adversidades, y contra el mundo, para mantener a su familia, que consta de dos personas: su hijo y él; un niño todavía muy pequeño que no comprende bien por lo que están pasando, y todo lo que tiene que hacer su padre para verlo feliz. Chris Gardner es un hombre que se dedica a vender escáneres de densidad ósea a hospitales y particulares, pero esta tarea entraña una gran dificultad ya que no son lo mejor que hay en el mercado, por lo tanto para los hospitales es un gasto innecesario. Después de buscar trabajo, Chris consigue hacer un dificilísimo curso de seis meses para corredor de bolsa en una prestigiosa empresa, compitiendo contra gente que dispone de muchas más horas que él para hacer el mismo trabajo.

Más allá de todo esto os dejamos con la que para nosotros es una de las mejores escenas de la película… "Nunca dejes que nadie te diga, que no puedes hacer algo..."

El W.C. como la patena

Hace muchos años (parece que no pero el menda lerenda tiene la mala costumbre de irse haciendo cada día un poco más viejo) en una clase cualquiera de mi carrera, la profesora (que muchos días era como si se hubiera tomado un tripi con las magdalenas) hizo un comentario que en un principio no le hice el mínimo caso (cuántos despistes existen en tu época universitaria), pero que año tras año ha hecho de mi un auténtico PatoWC.

El caso es que la paja mental que se hacía tenía que ver con la siguiente pregunta:

"Cuándo tú entras a un W.C. público y esta un poco sucio... ¿Qué haces?"

Las respuestas no se hicieron esperar, ya que al parecer nos fuimos a juntar unos 35 mostrencos y mostrencas con pocas ganas de tratar temas que nos sirvieran luego para aprobar algún tipo de oposición.

"Yo me voy a otro, ¡Qué asco!" Decía la que iba de limpia (al tiempo que mi colega Ramón que se la había cepillado 2 noches antes me hacía un gesto que insinuaba que el antónimo le pegaba más). "Yo lo limpio un poco y luego intento no sentarme (aunque luego se salga todo por fuera, pensaba la cuatro ojos)" ... y otro variado de respuestas del todo inverosímiles que no merece la pena nombrar (por no ruborizaros, recordad que era época de estudiantes).

El caso es que la tipa (a la que desde aquí le mando un caluroso abrazo) nos soltó lo siguiente:

"¿Y no os habéis planteado el dejarlo mejor que como lo habéis encontrado?"

Me recuerda mucho a la película "Cadena de favores". Si conviertes esa frase en una filosofía de vida, tus pequeños granos de trigo van haciendo granero.

Imagina que te acaban de presentar a una persona, con la que vas a compartir 5 minutos y seguramente no la vas a volver a ver nunca más. ¿Le harías reir? ¿Te esforzarías por que tuviera su momento del día? Imagina un poco más y piensa que lo hicieran muchas personas. Ese sería un mundo muy "guay", con W.C.s públicos límpios, y personas que al sentarse al lado en el metro te contarían un chiste, desconocidos que te regalarían una flor o un libro, o taxistas que te gastarían un broma "cachondona", camareras de discoteca que te sonreirían sin miedo a que les echaras el arpón, y muchos momentos más de 5 minutos maravillosos.

Vaya, vaya con la tipa. ¡Lo que hacen los tripis!... (o las magdalenas).

Una película para el fin de semana...

Nos gustaría dejaros con una recomendación para los que tengaís algo de tiempo durante el fin de semana...

El miércoles tuve la suerte de poder volver a ver una película que recoge en gran parte la Filosofía fish, "El Club de los Poetas Muertos", dirigida por Peter Weir en 1989 con guión de Tom Schulman. Protagonizada por Robin Williams.

En esta película, un profesor de literatura en una conservadora escuela, les muestra y enseña a sus alumnos a salirse de lo marcado por las normas y luchar por lo que quieren y desean... una de las frases que ha pasado a la historia dentro de esta película es el famoso: "Carpe Diem" (Aprovecha el momento), o el ¡¡¡Oh, Capitán, mi capitán!!!, de la escena final.

En las reuniones del Club, siempre al comienzo se leía un poema que servía de inspiración para toda la reunión, a mi me va a servir para acabar la entrada de hoy, os dejo con ellas:

"Fui a los bosques porque quería vivir a conciencia
Quería vivir a fondo
y extraer todo el meollo a la vida
Dejar de lado todo
lo que no fuera la vida
para no descubrir,
en el momento de la muerte,
que no había vivido."

Buscando a la chica de la torre del Homenaje

Nos gustaría rendir tributo a los que en mi opinión han sido los impulsores de la creación de este Blog, inaugurando así la sección de Fishtros y Fishcifactorias.

Por un lado a la chica de la torre del homenaje, que un día me lanzó sus trenzas para trepar hasta ella, y, aunque yo pensaba que al llegar arriba la salvaría de cualquier príncipe aburrido, de tanta perdíz y de ser tan guapo, y nos abrazaríamos, nos besaríamos y tendríamos grandes dosis de sexo desenfrenado, resultó que me ofreció algo más importante, compartir conmigo lo que le apasionaba, que era nuestra profesión.
A ella le debo el Fish! y muchas otras cosas, y aún recuerdo la servilleta en la que me garabateó los 4 puntos importantes de la Fishlosofia.
Aún ando enredado en sus trenzas y la considero mi gurú (a ver quién puede presumir de tener uno).

Y por otro lado al crack de la "Boudin bakery en San Francisco" que nos hizo ponernos las pilas y querer recopilar todos estos momentos Fish que íbamos viviendo (podeís ver más imágenes en la sección de fotos).

Dicha panadería tenía un escaparate y hacían el pan de cara a la misma calle del Fisherman's Market,por la cual pasan miles y miles de personas cada día.

Los panes que realizan no son panes cualquieras, están fabricados en forma de Cocodrilos, Tortugas, Ositos...

2 de los panaderos (el y la de la foto) llevaban sendos micrófonos con los que narrar lo que iban haciendo.

Habían colocado unos micrófonos fuera para que los transeuntes les pudieran hacer preguntas.

Lo mejor de todo es que ni respondían a preguntas técnicas ni narraban lo que hacían, simplemente llevaban conversaciones totalmente inverosímiles (que sin embargo, generalmente son las más interesantes).


El momento más Fish Flash lo tuvimos por la tarde al encontrar al cocodrilo de la foto de 2 días anteriores encadenado a una valla 25 metros más adelante, seguramente por haberse comido a la panadera que ya nunca volvímos a ver.


Muchas gracias a Montse y al señor de la panadería. Cada uno a vuestro nivel ;)

El movimiento Slow

Ghandhi: “En la vida hay algo más importante que incrementar su velocidad”

Vivimos en una sociedad que nos supera, no tenemos tiempo para nosotros mismos y eso en un gran número de ocasiones nos genera stress, malestar, depresiones, enfermedades… BASTA YA!!!!

Como contraposición a esta corriente del “Just do it”, surge el "Movimiento Slow”, que lo que nos viene a decir y a presentar es que ya está bien de tantas prisas y decisiones aceleradas sin consensuar, que normalmente nos llevan a tomar decisiones desacertadas, pensemos un poco más en lo que hacemos, ya que nos generará mejores resultados a largo plazo.

Pero ojo, en un gran número de ocasiones algo lento se asocia con algo torpe, desacertado, es una palabra que en la sociedad que vivimos actualmente tiene connotaciones negativas; esto no es el movimiento slow. La filosofía de este movimiento se podría resumir en la siguiente frase: “La clave reside en un juicio acertado de la marcha adecuada para cada momento de la carrera diaria”.

Es decir habrá momentos del día en los que se deberá correr e ir con prisas, de acuerdo y a por ello, pero no todo el día debe ser así; igualmente hay que tener y poseer la capacidad de detenerse y disfrutar del resto de cosas que nos ofrece el día a día.

Este movimiento comienza a tener propagación y a aplicarse en todos los ámbitos de la vida, y se comienza a hablar de: "Slow Cities", "Slow Food", "Slow Sex", "Slow Schooling"...

Para acabar te vamos a dar una serie de consejos para poder llevar a cabo un “Slow Day”, son los siguientes:

- Al levantarte dedícate un tiempo a desayunar tranquilo y visionar el día que tienes por delante.

- Practica un hobbie sosegado.. Pescar, pintar, plantar; pero trata de hacer una sola cosa a la vez.

- Come despacio. Disfruta de la soledad o de una conversación si estas con más gente.

- Haz una siesta y tómate una hora extra en la cama, te lo mereces.

- Escribe cualquier cosa. Sumérgete en el día que has tenido.

- Sal de casa y practica el noble arte del dolce fare niente (la dulzura de no hacer nada). Lee un periódico, observa las fachadas.

- Cena un menú con alto contenido en frutas y verduras.

- Lee un libro en la cama, abandónate a tus pensamientos y fluye.

Ahora solo queda ponerlo en práctica…